Espejos, velas, lámparas y alfombras. Cada detalle regala personalidad. Elija su accesorio exclusivo.
La casa no es solamente un espacio físico sino también una dimensión psicológica en la cual demoran la afectividad y la intimidad. La relación entre las funciones sugiere un uso de los espacios en línea con el concepto del lujo.
Los ambientes domésticos y los objetos que los decoran constituyen siempre un único universo. Como, por ejemplo, la luz de una vela sobre una mesa de comedor o su momento de relax leyendo un libro en su sofá favorito con una lámpara de lectura que ilumina tan sólo las páginas que está leyendo. O bien en el teatro, en la oscuridad de la platea, contemplar al protagonista del espectáculo iluminado por un cono de luz. La luz permite ver, diferenciar las formas, la profundidad de la realidad, los colores, los materiales, los objetos, los matices y los contrastes.
He aquí por qué las lámparas decorativas, que forman parte de los ambientes Maxalto, representan un interesante valor añadido por los efectos escénicos y teatrales en la escena del punto de venta. Luces precisas y difundidas, lámparas de pie y colgantes, luces cálidas y frías, grandes y pequeñas, para equilibrar en el espacio, para dar más valor a los productos y crear ambientaciones sugestivas.
Con los accesorios se desea otorgar calidez a los ambientes, darles un aspecto usado y cautivador.
La alfombra juega un papel fundamental para completar el efecto de atmósfera e interpretar una propuesta global de lifestyle. Se trata casi de un palco que eleva y valora los productos, mediante contrastes de material y color, riqueza y calidad. Un verdadero trait d’union entre los elementos que componen un ambiente. Sofisticados, preciados, suaves y envolventes, las alfombras Maxalto se viven, se sienten, se ven en una experiencia realmente multisensorial y cautivadora.